Los cuadernos de Vogli

«Pertenezco a esa parte de la humanidad —una minoría a escala planetaria pero creo que una mayoría entre mi público— que pasa gran parte de sus horas de vigilia en un mundo especial, un mundo hecho de líneas horizontales en el que las palabras van una detrás de otra y en el que cada frase y cada punto y aparte ocupan su lugar debido: un mundo que puede ser muy rico, quizá incluso más rico que el no escrito, pero que, en cualquier caso, requiere cierto trato especial para situarse dentro de él».

Italo Calvino

Edgar Degas, Melancolie. 1874. The Phillips Collection, Washington.
«Desde antiguo y hasta nuestra época, el melancólico es consciente de que en la sociedad que le rodea no podrá encajar, y al mismo tiempo reconoce —o lo percibe, siquiera por instinto— dentro de sí aquello que lo hace distinto: la inclinación innata y permanente a pensar en la muerte, fuente de su infelicidad pero también de su fuerza expresiva».

Toni Montesinos, Melancolía y suicidios literarios.