Erik Johansson
«Hacía ya dos años que guardaba el cuaderno y nunca se atrevía a entregárselo al doctor. A menudo, en su timidez y desesperación, llamaba a la muerte. Cuando se muriese, el doctor seguramente leería lo que ella había escrito».
Leonid Andréjev, Los espectros.
Traducido de Nicolás Tasin.