Stephen Criscolo
«Me gustaría añadir aquí que a veces nos vemos inclinados a escribir no solo libros que nos gustan mucho, sino también otros que no nos gustan en absoluto. Son esos los que acaban llevándonos por calles oscuras, los que nos hacen tocar acordes secretos, colmándonos de lágrimas y conmociones a veces innobles y vulgares, pero esas conmociones y esas lágrimas, que surgen de nosotros a pesar de que nuestra mente es hostil a ellas, son las que dan el impulso de la escritura».Natalia Ginzburg, Y eso fue lo que pasó.