Dariusz Klimczak
«Le dijo que ella se sentía todo el tiempo caminando en ella, en la cuerda floja, e insistió en las palabras “todo el tiempo”. Continuamente, dijo, sentía que podía caerse, que podía resbalar hacia uno u otro lado, caer hacia el vacío. Ni siquiera la opción de avanzar hacia adelante le daba la más mínima estabilidad, porque al final de la cuerda, al final de tanto esfuerzo, sabía que no había nada».Sara Mesa, “Mustélidos”, Mala letra.