John William Waterhouse, Ariadne. 1898.
«No querer nada más. Esperar, hasta que ya no haya nada más que esperar. Holgazanear, dormir. Dejarte llevar por las multitudes, por las calles. Seguir las cunetas, las verjas, el curso del agua por las riberas. Recorrer los muelles, rozar las paredes. Perder el tiempo. Salir de todo proyecto, de toda impaciencia. Estar sin deseo, sin despecho, sin rebeldía».
Georges Perec, Un hombre que duerme.