Los cuadernos de Vogli

«Pertenezco a esa parte de la humanidad —una minoría a escala planetaria pero creo que una mayoría entre mi público— que pasa gran parte de sus horas de vigilia en un mundo especial, un mundo hecho de líneas horizontales en el que las palabras van una detrás de otra y en el que cada frase y cada punto y aparte ocupan su lugar debido: un mundo que puede ser muy rico, quizá incluso más rico que el no escrito, pero que, en cualquier caso, requiere cierto trato especial para situarse dentro de él».

Italo Calvino

Paul Delvaux. Sérénité, 1970. Musea Brugge, Groeningemuseum.

«Ariane que lo aguardaba en el umbral, hermosa con aquel vestido de lino blanco, Ariane, su forma de diosa, el misterio de su belleza que intimidaba a su amante, Ariane, su rostro agudo de arcángel, las comisuras pensantes de sus labios, su nariz de orgullo, su caminar, sus pechos que eran arrogancia y desafío, sus mohines de cariño cuando lo miraba, los bruscos vuelos de su vestido cuando se volvía y hacia él acudía, de súbito acudía a preguntarle, prestos los labios, a preguntarle si la amaba».
Albert Cohen, Bella del Señor.