Roberta Tocco
«Therese estudió su boca, sorprendentemente tranquila. Veía los contornos con nitidez, pese a que no llevaba más lápiz de labios que el que queda después de un beso. Deseó poder besar a la chica que había en el espejo y darle vida y, sin embargo, se quedó perfectamente quieta, como si fuera un cuadro».
Patricia Highsmith, Carol.